El virus del Zika se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, especialmente del mosquito Aedes aegypti. Estos mosquitos suelen estar activos durante el día, pero también pueden picar por la noche.
Además de la transmisión por mosquitos, el virus del Zika también puede transmitirse de las siguientes formas:
Transmisión sexual:
El virus puede transmitirse a través de relaciones sexuales sin protección con una persona infectada, incluso si no presenta síntomas.
Transmisión de madre a hijo:
Una mujer embarazada infectada puede transmitir el virus a su feto durante el embarazo o al momento del parto. Esto puede causar complicaciones graves en el feto, como microcefalia y otros defectos congénitos.
Transfusión sanguínea:
En casos muy raros, el virus del Zika puede transmitirse a través de transfusiones de sangre contaminada.
Transmisión por contacto con fluidos corporales:
Se ha detectado el virus del Zika en la saliva, la orina, el semen y otros fluidos corporales de personas infectadas. Sin embargo, la transmisión a través de estos fluidos es poco común y se considera menos frecuente que la transmisión por mosquitos.
Es importante tomar medidas de prevención para evitar la transmisión del virus del Zika, como usar repelente de insectos, ropa protectora, evitar las relaciones sexuales sin protección con personas infectadas y seguir las recomendaciones de salud pública en áreas donde el virus está presente.
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